La diversidad de las acciones del hombre para construir su propio medio, no termina en las masías, cercados y bancales de la parte alta de las sierras, en la zona baja el hombre ha utilizado su ingenio para dominar el agua, así, en el vaso del pantano de Santolea, se conservan restos de acueductos que nos hablan de un regadío intensivo, como el azud de Abenfigo, que lleva el agua de a Mas de las Matas y Aguaviva, realizando para ello complejas organizaciones de riesgo (Alfardas, sindicatos.). También se conservan acueductos en Crivillén, Castellote, o en Camarillas, de época gótica este último. En unos pocos casos comprobamos la apertura de pequeños pozos para el riego, que elevaban el agua mediante pequeñas norias de sangre, como las que se conservan en La Cuba o Las Parras de Castellote.
La fuerza del agua servirá también para mover los ingenios hidráulicos: molinos harineros, de papel, batanes...
Como parte de la actividad trasformadora de la producción agrícola se puede visitar la almazara de aceite de Jaganta, singular ejemplo de molino de aceite tradicional.
|
|
|