El mundo artesanal ha evolucionado con rapidez perdiéndose muchas de las actividades que un día fueron tradicionales y llegaron incluso a identificar a muchos pueblos, los sombreros de Tronchón, las sillas de Villarluengo, las fibras vegetales de La Cuba, la alfarería de Alcorisa... así como variadas producciones textiles. Sobrevive sin embargo una importante artesanía textil en Iglesuela, que continúa elaborando los tradicionales cobertores, mantas y lienzos con telares manuales.
También, han pervivido oficios y tareas, fuertemente vinculados con el territorio, así son todavía muchos quienes dominan la difícil técnica de paredar, los muros de piedra-seca, igual que quienes realizaron los kilómetros de paredes que surcan el Maestrazgo. Continúan las tradicionales carpinterías y muchos herreros siguen forjando el hierro como hace siglos, al tiempo que reparan vehículos y máquinas. Oficios casi extinguidos se recuperan al tiempo, que se vuelve a tener necesidad de ellos como la cantería, que desde el gótico ha ennoblecido la arquitectura del Maestrazgo.
Otras artesanías, que han perdido su función original, como la alfarería, de gran importancia en nuestra tierra, han visto como nuevos artesanos con una creatividad renovada, han relanzado actividades casi perdidas, así, algunos jóvenes alfareros, vuelven a utilizar las ricas arcillas de la zona, al igual que resurgen los trabajos artesanos del cuero. |
|
|