En el Maestrazgo, se ha mantenido una buena parte del ciclo festivo tradicional, íntimamente vinculado con las actividades agropecuarias. Son de especial interés las festividades del mes de enero, donde destacan por su espectacularidad las festividades relacionadas con San Antón, en especial la Encamisada de Estercuel y la Sanantonada de Mirambel, el 17 de enero, en la primera con un protagonismo absoluto del fuego, que llena toda la población, que es recorrida por vecinos, jinetes y visitantes, la segunda con un criterio más escénico, donde se representan, libremente, las tentaciones de San Antón.
Muchas de las fiestas de invierno, han contado con la presencia de las botargas, figuras grotescas, a modo de diablillos, que encorren a los niños.
La Semana Santa alcanza su mejor expresión en Alcorisa, dentro de la ruta del tambor y el bombo, contando además con una peculiar representación de la Pasión. A lo largo de la primavera, se multiplican las romerías, destacando, la del Llovedor de Castellote, la de la Estrella de Mosqueruela, o las celebraciones de S. Juan, el 24 de junio, de gran tradición en muchos pueblos que formaron parte de las encomiendas de las bailías sanjuanistas, Aliaga, Cantavieja (romería de San Juan de Barranco), Galve, Villarluengo...
El verano concentra una buena cantidad de fiestas patronales, o de verano, que de una manera generalizada están presentes en todos los pueblos, no faltando manifestaciones singulares, como el "bautizo" de la Virgen de Ejulve.
Otras celebraciones presentan un carácter más sectorial como puedan ser las fiestas de "quintos" o las fiestas de pastores, para San Pedro, vigentes aún en los pueblos trashumantes, Mosqueruela, Fortanete...
La celebración de estas festividades conlleva, a su vez una serie de manifestaciones tradicionales, por una parte de carácter musical: destacando la música de viento, en la que destacan los "gaiteros" de Las Parras de Castellote y Estercuel. Como parte, intrínseca de la celebración, fundamentalmente en la parte del Alto Maestrazgo, hay que resaltar la presencia del toro, especialmente durante los meses de verano. Se realiza embolado, mediante bolas de fuego suspendidas sobre los cuernos y se realiza durante la noche, proporcionando un efecto de singular belleza.
|
|
|