El Parque Cultural cuenta con diez Conjuntos Históricos con la categoría de Bien de Interés Cultural, sin que esto suponga una menor valoración de los cascos urbanos de las poblaciones restantes. Cuatro de estos conjuntos aun no han sido Declarados, pero gozan de la misma protección desde el momento en que su expediente fue Incoado.

Es importante señalar que, la disposición urbanística de estos núcleos, junto con las casas, monumentos y fachadas que lo integran, son lo que realmente transmite la historia de la localidad dotándola de una especial importancia que hace necesaria su protección.

Se inicia el recorrido de los Conjuntos Históricos por MIRAVETE DE LA SIERRA Incoado su expediente a fecha de finalización de este diagnóstico), pequeña población partida en dos por el río Guadalope cuyo núcleo principal se extiende alrededor de la Plaza de la Iglesia , estando claramente delimitado y conservando maravillosamente el entramado urbano de los siglos XV - XVI, así como la rica arquitectura original con un elevado número de construcciones históricas situadas en torno a la Plaza Mayor y la Iglesia de las Nieves.

A tan sólo 6 kilómetros hacia el Sur se encuentra VILLARROYA DE LOS PINARES, caracterizada por la silueta de una torre - vigía medieval. Este Conjunto, Declarado por un Real Decreto del año 1982, se sitúa a orillas del río Guadalope a cuyos lados se asienta la población, presentando en la margen izquierda una gran plaza en la que se alza sobre soportales la Casa Consistorial formando una tipología urbanística que también puede observarse en otros pueblos ganaderos de montaña. El conjunto urbano presenta un par de casas - palacio con fachadas de construcción noble, así como un buen número de casas con portalones de sillería y aleros de madera.

A continuación bajaremos hacia el Sur, pasando por Fortanete y atravesando el Cuarto Pelado para llegar a la capital de la Comarca del Maestrazgo: CANTAVIEJA. De planta alargada y originalmente amurallada, de la que aun se conservan algunos restos como el Torreón del Castillo que cierra el conjunto en un extremo del espolón rocoso, destaca el núcleo originario de su población con la plaza porticada de traza gótica en la que se ubican La Casa Consistorial y la Iglesia parroquial , de estilo barroco ésta última.

Desde Cantavieja y por una pista al Sur de ésta rodeada de Pinares, se penetra en la Comarca de Gúdar - Javalambre para llegar a la localidad de MOSQUERUELA, cuyo trazado urbano está considerado como uno de los ejemplos más depurados del urbanismo medieval de repoblación tras la Reconquista Cristiana , conservando en gran parte su perímetro amurallado así como la mayoría de los torreones y puertas de entrada que cerraban en origen la villa.

Dentro de la misma comarca y a pocos kilómetros de la anterior, se llega a PUERTOMINGALVO, Declarado por Orden de 24 de julio de 2007. Todo el caserío se encuentra enclavado en lo alto de un espolón rocoso que hizo que su urbanismo, determinado por un marcado carácter defensivo, tuviera que amoldarse a esta complicada orografía adaptando sus calles a las curvas de nivel y en diferentes alturas. Dentro del núcleo urbano, que se cierra mediante portales tales como el denominado El Portalillo o el Portal Bajo, se conservan interesantes edificios como la Iglesia de la Purificación del siglo XVIII, el Castillo del siglo XII (también Bien de Interés Cultural), el Consistorio de traza y época gótica o el Hospicio de Poma del siglo XVII.

Volviendo atrás en el camino y atravesando de nuevo Mosqueruela, se arriba a la Comarca del Maestrazgo hasta llegar a la señorial localidad de LA IGLESUELA DEL CID. Esta villa, Declarada Conjunto Histórico - Artístico por un Real Decreto del año 1982, es sin duda alguna uno de los conjuntos urbanos de más carácter y calidad de la provincia de Teruel, presentando una estructura típica de asentamiento medieval, con un centro en la Iglesia parroquial y la Casa Consistorial (antiguo Castillo o Casa Fuerte éste último), con dos ejes longitudinales hacia el Norte y hacia el Sur, y un eje transversal en el que se sitúan los edificios más sobresalientes de La Iglesuela.

Saliendo de La Iglesuela , 28 sinuosos kilómetros, que atraviesan la provincia de Castellón conducen a uno de los conjuntos más emblemáticos del Parque Cultural, y el primero de todos los de este territorio en ser Declarado Bien de Interés Cultural, por un Real Decreto en el año 1980: MIRAMBEL. Esta villa, cargada de historia, conserva casi íntegro su recinto amurallado cuya línea delimita el conjunto. Presenta la muralla cinco portales, tres cubos cilíndricos y una torre cuadrada con esquinazos de buena cantería, y sólo en la parte Oeste de la población la muralla ha sido encubierta por construcciones adosadas, conservándose en muy buen estado en todo el resto del perímetro.

Este pueblo barojiano, conservado como una obra de arte, recibió la medalla de oro de Europa Nostra en 1982, premio que ésta reconocida Institución otorga a la conservación y rehabilitación del patrimonio artístico y arquitectónico.

Volviendo a entrar en la provincia de Castellón se llega a la localidad de Olocau del Rey dónde se toma el desvío que adentra de nuevo en las tierras del Maestrazgo para llegar a TRONCHON, Declarado finalmente por Orden de 24 de julio de 2007.

Como primitivo núcleo templario que fue, la villa cuenta con la característica tipología urbanística de Castillo, Iglesia y recinto amurallado que delimita el primitivo núcleo urbano abierto mediante portales, alguno de los cuales se conserva, aunque muy transformado en la actualidad ( Portal de La Val , Portal de Santa Bárbara, etc.) guardando la esencia de los siglos pasados, posiblemente debido al aislamiento al que se ha sometido esta localidad dada su geografía y su mala accesibilidad.

Cabe destacar en Tronchón que las agresiones a la estructura de su núcleo son escasas y se vislumbra un gran respeto en la rehabilitación y arreglo que han sufrido muchas viviendas.

Todo esto nos sumerge en una pequeña villa anclada en el pasado dónde la rica arquitectura religiosa de los siglos XVII y XVIII, sus dos torreones góticos y la magnífica Plaza Mayor que auna aires renacentistas y góticos en ejemplos como el Consistorio , la cárcel o el empedrado de adoquines, que consiguen que retrocedamos en el tiempo rumbo al medioevo.

Finalmente, dejando atrás el imponente Embalse de Santolea, una carretera secundaria atraviesa diversos barrios de Castellote hasta terminar en CUEVAS DE CAÑART, entidad propia del Ayuntamiento de Castellote y Declarada Conjunto Histórico en el año 2004, cuya delimitación comprende todo el perímetro del casco urbano, coincidiendo probablemente con el primitivo recinto amurallado. Este pueblo conserva un trazado urbano que encierra espacios de considerable importancia con edificaciones de interés artístico y un conjunto de arquitectura popular que ha sufrido muy pocas transformaciones, aunque se encuentra en un estado bastante deteriorado.

Por último se llega a CASTELLOTE, incoado su expediente de Declaración, en su núcleo se observan claramente dos etapas evolutivas; la más antigua en la zona alta de la población, con un trazado más espontáneo que asciende de manera acusada hacia el castillo con las características propias del urbanismo en ladera, y otra más cercana a nosotros en el tiempo con una expansión bastante más ordenada, que corresponde a la parte a la parte baja de la localidad y está formada por cinco grandes manzanas longitudinales que configuran otras tantas calles paralelas entre sí.

Esta estructura ofrece una imagen muy homogénea del casco urbano, con pequeñas variaciones, ya sean las calles más populares o más cívicas.

Recientemente la Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Aragón ha iniciado el expediente para la declaración como Bien de Interés Cultural (BIC), en la categoría de conjunto histórico, el denominado CAMINO DE LOS PILONES, que une las localidades de Villarroya de los Pinares y Allepuz, en la comarca del Maestrazgo. El recorrido de la vía, de origen medieval, tiene una longitud de casi seis kilómetros y se caracteriza por estar señalizada mediante unos grandes pilones, de los que actualmente se conservan 113. Estos hitos están construidos con obra de mampostería, piedra y mortero y enlucidos. Tienen forma cilíndrica, con mayor diámetro de basamento y remate. Los hitos tienen una altura media aproximada de 2,50 metros y un diámetro de alrededor de 0,65 metros . Estos pilones se sitúan en los laterales del camino a una distancia regular de entre 30 y 50 metros entre ellos. El objetivo es ofrecer al caminante una relación visual para que no se perdiera con la ventisca, la nieve y la niebla, que son elementos meteorológicos frecuentes en este paisaje árido sin apenas vegetación arbórea, según figura en la descripción que apareció publicada en el Boletín Oficial de Aragón el día 20 de junio de 2007.